El Ayuntamiento de Xàbia ha aprobado hoy en comisión de Hacienda un adelanto en la amortización de préstamos por valor de 3’2 millones de euros. Con ello, se cancela una de las líneas de crédito que el Consistorio debía devolver a lo largo de 10 años y se reduce el montante de otra.
El concejal de Hacienda, Toni Miragall, ha explicado que con esta operación la administración local ahorrará un total aproximado de un millón en intereses, lo que deja un margen mayor para nuevas inversiones, y reducirá la deuda total municipal a prácticamente un tercio desde que el equipo de José Chulvi se hizo cargo del gobierno local (se heredó préstamos por valor de 42 millones de euros y se han pagado ya 27 a razón de unos 4 millones al año más el extra de este ejercicio).
El regidor ha puesto de relieve la contradicción que supone que, a pesar de esta liquidez y salud financiera, el Ayuntamiento de Xàbia se vea obligado a aprobar un plan económico financiero al incumplirse uno de los preceptos de la regla del gasto marcados por el gobierno central en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, una normativa que ha calificado de “absurda que tiene a los Ayuntamientos maniatados”.
Y es que mientras el Consistorio sigue cumpliendo el equilibrio presupuestario (gasta menos de lo que ingresa) y pagando a proveedores en menos del tiempo marcado, este año a raíz de finalizar un proyecto de envergadura iniciado hace años (el nuevo edificio del Portal del Clot) se ha incumplido la regla del gasto, un artículo que pone techo al apartado de gastos en el presupuesto a pesar de que la previsión de ingresos suba, impidiendo así el crecimiento de los presupuestos y que los Ayuntamientos saneados puedan convertirse en dinamizadores de la economía local.
Esta Ley marca que un Ayuntamiento solo puede gastar lo mismo que el año anterior, algo que Xàbia ha sobrepasado al finalizar la obra del nuevo edificio municipal y tener que pagar el fin de obra. A pesar de que Xàbia tenía liquidez suficiente para este extra, el Gobierno penaliza esta situación y por ello se ha tenido que aprobar un plan económico financiero en el que se ha trabajado a fondo, ha detallado el regidor, “para evitar soluciones fáciles como hubiera sido subir los impuestos” por lo que se han fijado unas estrategias que van en la línea de la contención del gasto.
El alcalde, José Chulvi, ha aprovechado esta situación para pedir al gobierno central una vez más la derogación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. “Cualquiera en su casa sabe que, si gasta menos de lo que ingresa, está haciendo las cosas bien por lo que este tipo de leyes que solo tienen en cuenta las formas y no en el fondo son un lastre para los Ayuntamientos que en la gran mayoría cumplimos”.