No sabemos qué se dirá en Europa o en el resto del mundo si como afirma el corresponsal de el Diario El Pais en Valencia, hay gente que paga para que en una mascletá o castillo de fuegos artificiales se introduzca las cenizas de sus difuntos. Según la información el municipio valenciano de Bélgida en La Vall d, Albaida tiene unos quince encargos al año por un precio de 300 euros. Describe las modalidades pirotécnicas que pueden ser utilizadas por elección del cliente siendo la palmera la más demandada. Uno de los dueños de la empresa explica al diario que todo nace el día en que una funeraria le hizo tal encargo al que han seguido otros inclusive de fuera de la Comunitat Valenciana de dónde proceden la mayoría, petición de personas muy vinculadas a las fallas.