No puedo dejar de comentar la indignación que me produjeron una serie de hechos concatenados como fueron la Cena de Gala de los Reyes en honor de la delegación argentina con su Presidente a la cabeza. Guerra de lucimiento de tiaras, joyas, lujos y demás propios de la era victoriana cuando casi al mismo tiempo Rajoy advertía a los pensionistas que no podrían tener en adelante poder adquisitivo, una amenaza que no cesa mientras no se menciona ni se quiere mencionar por asomo, tal vez hasta con lapsus mental, que esas pensiones son el fruto de haber mantenido y levantado el país una y otra vez, amén de mantener el perpetuo estatus de la clase política y funcionarial. Al mismo tiempo que Urdangarín se iba tranquilamente a Suiza con seis años de condena en la mochila. Al mismo tiempo que tres mujeres eran asesinadas a manos de la violencia machista respondida con los habituales minutos de silencio inútiles y cansinos ya que aquí lo que corresponde no es callar sino gritar.
Un oyente – lector de montgoradio y de mis opiniones escribía que ya no le gustaba esta radio porque se había vuelto populista con las críticas por la absolución de la infanta. Pues lo siento. Si eso es populismo, sí, me he vuelto populista. Prefiero ser populista que sordo y mudo ante todo esto que retrata un país de marionetas.