El festival Música al Castell de Dénia ha demostrado, una edición más, que continúa siendo una cita de referencia para los amantes de la música tradicional y popular. Más de 3000 personas han disfrutado este año de las propuestas musicales seleccionadas por la Concejalía de Cultura, llenando la explanada del Gobernador del Castell de Dénia las noches del 24 al 27 de julio.

Y vamos del final al principio, porque fue el concierto de cierre del festival, con Rodrigo Cuevas presentando su último espectáculo La Romería, el que congregó el mayor número de público: cerca de 1.100 almas coreando, bailando y disfrutando del show del asturiano. La apoteosis final para cuatro días de música de raíz, con formaciones de mucha calidad y variedad de estilos.

 

El festival, fiel a sus principios, es altavoz de los músicos de Dénia y de la Marina Alta. Este año, ha sido el Dolç Tab Jazz Project, la formación que lidera el dolçainer ondarense Josep Alemany, quien abrió la programación la noche del 24 de julio, con cerca de 1.000 espectadores entregados a las melodías que fusionan piezas populares actualizadas con un nuevo formato de mezcla con el jazz.

El día 25, el dúo Fetén Fetén –Jorge Arribas y Diego Galaz- presentaron en Dénia su espectáculo Tradicional, una lectura contemporánea de la música tradicional y de la música popular de baile -fox-trot, vals, chotis, seguidillas o habanera-, con su surtido de instrumentos, a veces, inverosímiles.

 

Y para redondear una programación que ha conseguido cautivar al respetable, el flamenco lleno de matices de Amura: el proyecto que reúne el cante y baile de Isabel Chulve, el violonchelo de Matthieu Saglio y la guitarra flamenca de José ‘El Piru’. Los tres artistas desplegaron sobre el escenario del Castell una aventura musical que transita entre composiciones propias y versiones de canciones de toda la vida.

 

El concejal de Cultura dianense, Raúl García de la Reina, hace un balance “muy positivo” de esta 32.ª edición del festival “por los datos de asistencia, que nos desvelan que la gente conecta con nuestras propuestas; pero también por la energía que se ha creado cada noche entre los artistas y el público, convirtiendo cada concierto en una experiencia única y muy disfrutada”. “Hemos apostado –añade- por cuatro propuestas totalmente diferentes, un abanico que podía alcanzar a todo tipo de público, como hemos podido comprobar cada día del festival”.