La tradicional visita al Casco Antiguo y a la calle San Jaime marcan el inicio de los días grandes en los que Aduanas se convertirá en morada de las huestes moras y cristianas que invadirán sus calles llenándolas de pólvora al son de los arcabuces, la recreación de batallas históricas, colorido, música y gastronomía.

La ofrenda de flores a la hornacina de San Jaime del Centro Histórico es una cita obligada. Lo que comenzó como una forma de hacer partícipe de la fiesta a todos los rinconces de la localidad, se ha convertido en una visita entrañable que cada año gana en adeptos que no quieren perderse esta muestra de familiaridad, alegría y celebración que, junto a la entraeta en la Playa del Arenal, traslada la fiesta a todos los núcleos de Xàbia.

Junto a sus estandartes, las filaes xabieras han recorrido las calles Príncipe de Asturias, Placeta del Concent, Colón, Virgen de la Merced y Foguerer hasta la calle San Jaime (ahora del Ravalet) donde, desde hace años, la gran familia festera ofrenda a su patrón. Los encargados de hacerlo han sido las Abanderadas Mora y Cristiana, Lorena Ros y Laura Torres y el Capitán Almoradin, Emilio Bañuls; que han portado sus flores a lo largo del recorrido hasta depositarlas en la hornacina del santo.

La Banda de Música de Xàbia ha sido la encargada de poner ritmo a los dos bandos entonando diversas marchas moras y cristianas y el insigne pasodoble Xàbia para aderezar la ofrenda floral. El presidente de la Junta de Festes, Rubén Femenia, el concejal de Fiestas, Antonio Miragall y el alcalde de Xàbia, José Chulvi; han acompañado a las filaes y los representantes de la fiesta durante su recorrido.

Como ya es tradición, los vecinos de la calle San Jaime han agradecido su visita a los participantes con coca-maría, mistela y refrescos. Un año más, habían dispuesto la calle con banderas a la altura de la hornacina y todos los balcones han lucido la imagen conmemorativa con la imagen de la talla de Sant Jaume que la Junta de Festes otorgó a los vecinos para festejar este momento.