La vida en las puertas de la UCI de Dénia

19 de marzo de 2021
19 de marzo de 2021

Sala de espera de la UCI del hospital de Dénia. Unas doce personas esperan nerviosas la salida de la enfermera que irá llamando a los familiares de aquellas. No van solas la mayoría pero todas tienen algo en común, el marido, sí, son todo hombres víctimas de covid, el hijo….

Solo entrará una persona, es el protocolo. Un protocolo que se agradece porque franquear la UCI no suele ser habitual. Pero la dirección es consciente del sufrimiento de los familiares que acuden con el peso de cómo se encontrará su esposo, hermano, hijo, etc.. Una espera cruel que dura meses en el «mejor» de los casos.

«No tireis la toalla». Esa es la última frase que pronuncia el doctor cuando da el parte. Responde a todas las preguntas con una delicadeza extraordinaria. Una delicadeza y un cariño que ofrece todo el personal de un departamento que ya de entrada atemoriza.

La angustia está dentro, pero en la sala de espera no es menor. A pesar de las mascarillas, todo@s se conocen a estas alturas. Se forma un compadreo en el que el conocimiento de los detalles de la enfermedad en su peor cara, es comentado, e incluso en los casos más graves, surge una palabra: paciencia o esperanza. También mucha rabia por los que muestran su insolidaridad y no atienden a las medidas impuestas. La rabia llega a mostrarse con otra frase lapidaria: «deberían mostrarles esto» o más cruel: «deberían pasar por esto».

Pasa la hora de la visita y se comenta el estado y la gravedad del enfermo. Y de nuevo, la frase : «paciencia».

Ya cada uno a su casa donde la imagen del ser querido no se apartará de sus cabezas. Esperando que llegue el día siguiente para recibir, ojalá, noticias mejores. Como también sufrir la tortura cada vez que suena el teléfono. Para endiablarse cuando ven en la tele comportamientos vergonzosos de esa gente que tiene la gran suerte de no vivir lo que aquellos están sufriendo.

Mañana, por dios, que esté espabilado, que haya un avance aunque sea mínimo.