La Semana de Fitur y de las Normas Urbanísticas Transitorias en Dénia

20 de enero de 2019
20 de enero de 2019

Que Dénia es una ciudad viva, lo demuestra por ejemplo, la cantidad de noticias que genera en su proporción natural como ciudad. Esto se refrenda en la semana en la que entramos que es la Semana de Fitur. La feria de todos y del todo. Que siempre ha sido y es, ya se verá, la feria precisamente del ver y dejarse ver. Quizá por ello es una de las Ferias más importantes de Europa y a la que nadie quiere faltar, ni los grandes, ni los pequeños, aunque sólo sea para repartir unos panfletos que acaban en su mayoría en la papelera antes de salir de IFEMA. Reconociendo que los municipios turísticos han de estar. Reconociendo que son muy pocos los que en verdad hacen negocio. Muy pocos los que se gastan una estrategia estudiada para promocionarse de verdad.

Pero hay un elemento que hace que pierda parte del principal objetivo que posee esta feria: el político y su escaparate. Hemos escuchado esta semana a los organizadores que se iba a tratar por todos los medios de minimizar el protagonismo institucional en beneficio de la real promoción que se va a buscar en Madrid. Ese protagonismo ridículo y burdo de los paseillos presidenciales sean de más o menos monta, constituídos por decenas de palmeros que son recibidos al estilo militar en cada estand por una hilera de políticos locales, según el partido que representa al ilustre visitante. Ese ha sido el Fitur de los pasados años y dudamos mucho que cambie pero bienvenido sea ese cambio si se produce, ese rendezvous contínuo que acaba siendo ridículo para los tiempos que corren y que sobre todo sufren los auténticos técnicos profesionales que van a cumplir tan importante labor.

Mezclar el titular con las Normas Urbanísticas, está razonado en que esta semana ya existen para las tramitaciones consiguientes.. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce cuando el miércoles, el Cercle de Empresaris ya ha anunciado que va a presentar dos solicitudes de Comisiones de Investigación tanto a Consellería como al Ayuntamiento dianense con el objetivo de aclarar todo lo ocurrido con el choque entre las Normas corregidas en Valencia y el Plan estructural redactado por el consistorio. Por mucho que desde Urbanismo se censure la actitud de los colectivos representados en una Plataforma creada al respecto, sus integrantes son muchos y cualificados, por tanto, denostarlos no está muy claro. Sea como fuere, dichos colectivos entre los que se encuentran expertos en la materia ya han vaticinado que el Plan no puede salir adelante en el ambiente del choque habido. Agosto pone fin a la fase ambiental y entonces tras el proceso paralizante, el electoral, presume una partida de cero nuevamente, poniendo sobre la mesa  queriendo o sin querer de nuevo, las mil y una dudas sobre qué intereses ocultos o no, hay en esta bendita ciudad que lleva 4o años sin tener un Plan General.