La Cova Tallada se ha convertido en los últimos años en un enclave de masiva llegada de visitantes y turistas. Tanto que hasta el Consell está estudiando declararlo Bien de Interés Cultural. Ayer, se celebro en Jesús Pobre -y no en Dénia como se hacía habitualmente-, la reunión de la Junta Rectora del Parque Natural del Montgó, con el fin de debatir las medidas que puedan controlar de alguna forma, esa gran presión turística en temporada alta. El orden del día se llevó a cabo, tal y como Joan Sala, Presidente de la Junta Rectora, avanzó anteriormente hace unos días a esta redacción: con medidas a corto, medio y largo plazo.

En la reunión participaron técnicos del parque, políticos así como representantes de las asociaciones vinculadas con el órgano consultivo, y tanto el Consell como los ayuntamientos de Dénia y Xàbia, acordaron realizar un estudio para saber cuánta gente cabe en la Cova Tallada con la finalidad de establecer cupos.

Tal y como Joan Sala recordaba en esa entrevista que mantuvimos con él en montgoradio.com, el año pasado el helicóptero llegó a realizar hasta 4 rescates, y apuntaba que quizás el problema no se solucionará hasta que la Cova Tallada disponga de personal cualificado y autoritario que pueda controlar y dosificar esa afluencia de gente, haciéndoles cumplir al mismo tiempo las normas de seguridad. En ello, también coincidía el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt.

Joseba Rodríguez, Director del Parque Natural del Montgó, por su parte, como medida a medio y largo plazo ha anunciado que se redactará un estudio para conocer la capacidad máxima de la Cova como un primer paso, porque «si el Consell tiene intención de declarar BIC la Cova Tallada, hay que tomar medidas para reducir el número de personas que acceden a su interior».

El Director del Parque, también comentó dos líneas de actuación a seguir. Una por mar, pues las empresas náuticas ya han acordado entre ellas restringir el numero de kayacs en la Cova, donde a partir de ahora nunca habrán más de 10. Mientras por tierra como segunda linea de actuación, el control de acceso se hará con una caseta informativa al final de Les Rotes que instalará el Ayuntamiento dianense, sin embargo la pregunta que se quedo en el aire es ¿quién paga a las personas que la atiendan, si el Consell, Dénia, o el Ayuntamiento de Xàbia?

Luego por otra parte también se debatió la plaga de jabalíes que rodea el Parque Natural y los problemas que generan en propiedades privadas. Pero aun más, Xàbia pidió a la Junta un impulso común para convertir el faro en el Centro de Interpretación de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio. El alcalde de la localidad, José Chulvi, manifestó que este proyecto nació del clamor popular y reconoció que un proyecto de esa envergadura, idóneo para dar toda información de la Reserva Marina -que ahora tiene sus oficinas fuera del Parque Natural- se escapa de las posibilidades del Ayuntamiento javiense, o incluso de las de la Generalitat si va cada uno por separado. Por ello en la Junta pidió la unión para buscar ayudas, por ejemplo de los fondos europeos.