Antes de ser Concejal por el PSOE calpino, Pau Marín era empleado municipal del Servicio de Atención Domiciliaria. En su día, desde la secretaría  municipal señalaron la existencia de incompatibilidades entre el ejercicio de cargo político y el puesto laboral que desempeñaba, hecho que le obligó a pedir una excedencia forzosa durante este mandato. La imposibilidad de trabajar en su trabajo habitual y la retirada de sueldo y cotización, pasando a percibir únicamente las indemnizaciones por asistencia a pleno, provocó una encrucijada económica que le obligaron a replantear su futuro.

La motivación se debe principalmente, junto a la falta de ingresos, a que se ha podido constatar un incremento en el tono bronco de los plenos, y sobre todo, a la escasa atención que dedica el equipo de gobierno a las aportaciones que se realizan por parte de la oposición. Muchas propuestas socialistas se votan a favor por unanimidad, pero nunca se ejecutan, pasando a un limbo administrativo de inacción. Provocando, en palabras del propio Marín -«un sentimiento de impotencia ante la voluntad de trabajar para mejorar la vida de los habitantes del municipio».

Pau Marín da este paso con honestidad y la conciencia tranquila. A sabiendas que los ideales políticos no pagan las facturas, pasará a ser un militante de base y continuará su vocación de servicio público desde el S.A.D. en servicios sociales.

A principios de año, el aún concejal, cursó los trámites para su dimisión, la misma será efectiva a partir de la toma de conocimiento de su marcha por parte de la corporación el próximo pleno del 24 de enero. Seguidamente, se reincorporará a su puesto en el mismo ayuntamiento

En los casos de renuncia, el acta de concejal pasa a la siguiente persona de la lista electoral de la fuerza política con la que concurrió a los comicios, en este caso, le tocará asumir el cargo de concejal a Nacha Rosa Carretero, número 8 en las listas del año 2019.