Ante esta realidad «el Ayuntamiento tiene que garantizar la mejora de la seguridad y el paisaje urbano, poniendo en marcha iniciativas municipales para hacer posible la eliminación progresiva del cableado aprovechando también las obras de mejora que se realizan en las calles y espacios públicos, y más cuando defendemos entornos urbanos amables y para las personas”, argumenta Rafa Carrió, portavoz de la agrupación.
Según el edil «somos conscientes de que la ordenanza de la construcción y urbanización estipula que todas las nuevas conexiones entre las redes aéreas serán sepultadas y que si en un edificio se quiere insertar cableados, tendrá que hacerse segundos normativa». Pero aún así «la negociación con las compañías de telecomunicación podría establecer un calendario para soterrar progresivamente el cableado más antiguo, el que más afecta la seguridad o en la estética, o bien el existente en espacios o fachadas públicas».
