En general, las propuestas recogidas en los diez talleres sobre las directrices del Plan General Estructural de Dénia, con dos horas de duración cada uno, han resultado muy positivas, al mismo tiempo que han servido para destilar toda la información aportada desde la participación ciudadana en torno a tres bloques conectados entre sí: la infraestructura verde, el desarrollo urbano sostenible y la adaptación de las infraestructuras.

Uno de los técnicos de urbanismo recordaba que el Plan General todavía no ha iniciado su tramitación y se encuentra aún en un proceso abierto que ahora, con todas las propuestas, según la concejala de urbanismo María José Ripoll, se cristalizarán en una memoria preliminar que entregarán a la Oficina de Planeamiento Urbanístico.

En este proceso, los talleres tuvieron una media de participación de unas 30 personas y con expectativas cumplidas, lo decían las encuentras realizadas al final de cada taller donde la valoración tenía una media de 4 sobre 5.

Entre las conclusiones generales, los vecinos de Dénia, La Xara y Jesús Pobre, pedían una ciudad sobre todo que mejorara en movilidad urbana, que sea habitable y mestiza y que esté interconectada con los núcleos urbanos y los paisajes, a la vez que pone en valor el paisaje agrícola hasta la fecha abandonado.

Por lo que respecta a Dénia el técnico de urbanismo, resumía entre las conclusiones comunes una mayor vinculación de la ciudad con el puerto, accesible, y una Dénia bien comunicada con infraestructuras adaptadas para peatones, pero teniendo en cuenta la movilidad con el vehículo.

En lo que sí que la mayoría de gente estaba de acuerdo, es en la atractiva propuesta de la ronda norte, pensada esta como un bulevar verde que diera la vuelta a la ciudad, cuidando la relación de movilidad por ejemplo, entre peatones y ciclistas. Pero también propuestas muy volcadas en los problemas de conectividad, pues se contemplaba el desdoblamiento en Las Marinas por el Camino de Gandía, o controlar el dominio público marítimo terrestre.