Un vecino tetrapléjico denuncia los problemas de movilidad que sufre en Dénia

14 de agosto de 2018
14 de agosto de 2018

Un vecino tetrapléjico ha denunciado los problemas de movilidad que hay en Dénia. Él se llama Gustavo Almela y lo ha hecho, como la mayoría de ciudadanos, a través de las redes sociales. Almela lleva años reivindicando las mejoras necesarias para hacer una ciudad más accesible, fue quien reunió en su día miles de firmas para pedir que se habilitara un acceso para sillas de ruedas en la playa de Les Rotes, después de que un proyecto de la Diputació d’Alacant eliminara la rampa que existía en la zona del Trampolí.

Ahora, Almela ha vuelto a la carga contando su experiencia cuando se mueve por Dénia. Primero ha hecho balance de lo que se ha mejorado en la ciudad durante estos 30 años que va en silla de ruedas, entre los que ha destacado los rebajes de las aceras para una buena circulación y sin obstáculos, la ampliación de plazas reservadas para personas con movilidad reducida, la modificación de algunas entradas de los negocios de la calle Marqués de Campo con rampa, cosa que marca la ley y, por si fuera poco, la utilización del término diversidad funcional.

Aún así, Gustavo Almela ha asegurado que queda mucho “camino por recorrer” porque todavía hay una gran parte del comercio de Dénia que siga sin cumplir la legislación en cuanto a la obligación de habilitar accesos adecuados para personas con problemas de movilidad. Según ha manifestado “en la calle del Marqués de Campo de un total de 85 negocios, 55 tienen la entrada perfecta, a cota cero y el problema es que hay todavía 30 que no cumplen la ley”, entre ellas, cuatro bancos, varios restaurantes y diferentes tiendas.

Gustavo también ha querido lanzar un mensaje al Ayuntamiento de Dénia porque no puede entrar en ninguno de los museos de la ciudad por falta de accesibilidad.

CARTA DE GUSTAVO ALMELA

«Muy buenos días. Como esta página es para destacar tanto las cosas buenas como las malas, haré un poco de ambas cosas, empezando por las buenas. Antes que nada deciros que soy tetrapléjico y usuario permanente de silla de ruedas desde hace 30 años, con lo cual ya os haréis una idea de por donde va la cosa.

Lo primero que quiero agradecer son las mejoras que se están realizando en los rebajes de las aceras que se habían hecho previamente de manera incorrecta. No es difícil hacer desde un principio rebajes «cota cero» que nos benefician a todos (sillas de ruedas, carritos de bebé, maletas con ruedas, etc.). Pongo una foto de un cruce de dos calles de Denia para ilustrar esta perfecta adaptación.

En segundo lugar me gustaría agrader el elevado número de plazas reservadas para personas con movilidad reducida. Y también la utilización, en estas plazas, del término «diversidad funcional» (discapacidad). Al principio os sonará muy raro, pero os aseguro que el término se acabará imponiendo. Y lo agradecemos mucho, porque yo no soy ni inválido ni minusválido ni discapacitado ni nada por el estilo, y los que me conocen, que son muchos en Denia, lo saben bien.

También felicitar las pefectas entradas a todas las tiendas y negocios del Carrer Campos, aunque simplemente están cumpliendo la ley.

Y ahora, desgraciadamente, me toca hablar de lo malo, y os aseguro que me gustaría no hacerlo, pero es que hay cosas que son inadmisibles.

Centrándonos únicamente en la calle Campos, he analizado los 85 negocios, bancos, cafeterias, heladerias, etc., y hay 55 que tienen la entrada perfecta, a cota cero. El problema es que hay todavía 30 que no cumplen la ley, entre ellas (sé que con esto no voy a hacer muchos amigos, pero es lo que hay), y no menciono todas, la joyería Montenegro, Bankinter, Martinelli, Botticelli, Pizzeria Lungo, Zurich Seguros, Tasca Eulalia, Bavaria, Estanco, BBVA, Banco Sabadell, Sportium, y unos cuantos más.

Esto, desde el 4 de diciembre de 2017, es ilegal. Si alguien quiere la ley, no tengo ningún problema en proporcionarsela. Y por favor, no vale lo de «es que es muy antiguo», porque la Acrópolis de Atenas tiene 2500 años, está en la cumbre de una montaña y está perfectamente adaptada, al igual que las murallas de Avila que son del año 1000.

Otra cosa buena es la magnifica programación cultural que ofrece el Ayuntamiento, con charlas en el castillo y muchas más actividades. Pues bien, el otro día acudí a una charla en el castillo y pude entrar a la sala por un camino de tierra con algunos escalones.

De los tres museos que hay en Denia no puedo acceder a ninguno. De hecho, el otro día fui a ver el museo del juguete y, por quinto año consecutivo, recibí la misma respuesta: «lo siento, pero todavía no tenemos el ascensor».

Esto es todo. Se que me van a llover críticas por todos los lados, pero solo cuento la realidad a la que nos enfrentamos, a diario, muchas personas.

Muchas gracias.

Gustavo Almela.»