Tristeza y venganza en el plante del Dénia Fútsal. El análisis.

24 de diciembre de 2017
24 de diciembre de 2017

Al final las historias se califican como en las películas: comedia (final feliz) y drama (mal final). Los jugadores y el cuerpo técnico del Dénia Fútsal cumplieron su amenaza y sólo acudieron al Pabellón a hacerse la foto. Las caras eran un reflejo de la escena final. Casi todas con un rictus serio, alguna sonriente, mal que pese y las de indignación de la comitiva de Hospitalet que se desplazó en vano como lo hicieron los árbitros. Con un personaje en medio del huracán: la Presidenta Gema Estrela. Esta tuvo que liquidar la mitad del desplazamiento de los catalanes y del árbitro. Pero además tendrá que cargar con la multa que a buen seguro le va a caer al Club Deportivo Dénia. Todo esto tiene varias lecturas según los núcleos desde donde procedan:

Club: Desde el principio de la asamblea electoral, el divorcio era patente y la mayoría de los divorcios son sin retorno. El empeño en agotar todas las vías de diálogo para asumir la sección lejos de ofrecer un panorama esperanzador, sólo tapó el problema a salto de mata. La gestión como si de un Club se tratase, las promesas de pagar nóminas y la rienda suelta a gestionar por encima de las posibilidades reales, acaba con el final sabido. Javi Llull, trabajó sólo, sí. Pero él mismo se «enfangó», seguramente con ilusión, pero sin medida.

Sección Fútbol Sala (jugadores): Estos nunca tuvieron «feeling» con la Junta Directiva. Seguramente peor. Tampoco estaban acostumbrados como ocurre en fútbol, en todos los equipos, a tener paciencia con la deuda de las nóminas, que además no podía ser de más de dos meses, porque la liga lleva apenas algo más de dos. Más por cuanto los anteriores gestores Ferreres y Tent supieron manejar los tempos del equipo y pactar unas razonables condiciones además de estar encima cada día de la semana.Pero el «feeling» al que aludíamos al principio, provocó la revuelta seguramente por el poder de convicción de algunos de los jugadores sobre el resto. Así que pidieron se firmara ante notario que el Club pagara con la subvención municipal y se comprometiese a cubrir los gastos hasta el final de temporada. Obviamente, esta petición no se aceptó. Seguramente ninguna Directiva la aceptaría, sobre todo porque es una petición que sepamos en el mundo de los Clubes no ha existido jamás. Lo que no es de recibo es ese final con la venganza de castigar al Club con el desplazamiento del Hospitalet, hacer venir a estos y esperar que multen al CD Dénia.

Y ahora ¿qué?: Lo primero es que se va a perder una sección que había encumbrado al deporte dianense a una categoría nacional. Que todo ha ocurrido sin luz ni taquígrafos por lo que se ha especulado más que se ha confirmado certeramente. De este modo la Junta Directiva debe convocar una Asamblea Extraordinaria y demostrar con pelos y señales la verdad de los acontecimientos y las negociaciones, más de una, habidas, porque no hay que olvidar que los socios son los dueños del Club y son estos los que tienen el derecho de conocer con pelos y señales lo que ha ocurrido. Socios en su mayoría, lo dicen los carnés, que en su mayoría están sólo por el fútbol.