Sería iluso pensar que llegará el día en el que la Administración, sea del sector que sea, municipal inclusive, obre en conciencia respecto a quienes somos los que procuramos su sustento. Y ¿queréis que comulguemos con ruedas de molino porque las pensiones son el más grave problema de este país?. ¿Porque se lo montan de cubo de Rubick para justificar que no se encuentran soluciones?.
La última es la de los complementos de productividad que cobran los funcionarios en el Ayuntamiento de Dénia. Al final va a ser verdad aquel reproche que se le formuló a un concejal en tiempos pasados cuando justificó que se creaba un complemento de productividad para premiar a los trabajadores que realmente trabajaban. Cobrar más por trabajar. Me parto.
Ahora se ha sabido que teniendo sueldos que superan los seis mil euros mensuales se levantan algunos funcionarios de cualificación superior más de 25.000 euros anuales.
Si unimos que en su día, prebendas, mutuas y planes de pensiones sumaban igualmente, ahí tenemos reflexión revestida de indignación suprema. ¡ Ah ! y con el puesto asegurado. Porque el resto de los mortales, trabajamos y si no cumplimos, nos vamos a la calle. Lo peor de todo esto es que en el caso que nos ocupa se ha centrado la cuestión en una legislatura, pero es que no es así. No sólo viene de lejos, sino que, sigue sucediendo, aunque la voluntad del actual ejecutivo sea racionalizar el desaguisado.
Vuelvo al principio. Cómo mínimo es exigible que todo aquel que vive del erario público viva la mesura de, primero, valorarlo y actuar en consecuencia. Y segundo corresponder al ciudadano de a pie como merece porque señores y señoras, somos los que os pagamooooossssss.