Volvemos al debate de los alcaldes viajeros. Que si se pasan el día de feria en feria, que si es acosta del erario público, que si éste decía del otro en ese plan y aquel o aquella de este. Lo cierto es que los alcaldes y los concejales de turismo siempre han estado de aquí para allá y cuando no se movían o mueven del despacho es que viven a la bartola. Veamos. Es cierto que a un alcalde se le quiere ver en la calle. Pero no es menos cierto que a un alcalde se le unen una serie de concejales para realizar las tareas que se le encomiendan por la delegación que se les otorga. Si hubiéramos publicado una encuesta sobre las competencias municipales, hubiera salida vencedora la que otorgaría al primer edil la concejalía de turismo. Y esto se da en Dénia. Pero he aquí que la oposición le otorga el título de Alcalde Viajero a Vicent Grimalt. Si lo es, mal, si no lo es, también. Pero olvidemos que se trata de Grimalt. Mañana puede ser otro, ayer le tocó a otra, más atrás pues igual. La cuestión no es que se viaje. La cuestión es que se haga con fundamento y con peso específico del evento al que se desplace. Claro que se viaja con dinero público. Pero es que todo lo municipal se sujeta con dinero público. Otra cuestión es que conozcamos antes y después dónde se viaja y porqué se viaja y cual es el resultado del viaje. No por temor a que hablen del alcalde viajero se pase por alto lo que se ha ido a gestionar. La mayoría tienen que ver con la etiqueta de Ciudad Creativa de la Gastronomía de la que yo sigo diciendo que aquí en casa debemos corregir muchísimas cosas y que le corresponde a los asociados de AEHTMA “atacarlas”. Y a los no socios, “atacarles” el consistorio. Nos miramos el ombligo y no vemos que en servicio y otros elementos clave, no respondemos a lo que la UNESCO nos ha otorgado. Pero para estamos en la etapa incipiente, para trabajarlo, eso sí, sin mayor dilación. Y que hay otros que no viajan y deben de “atacar” los muchos defectos que este verano,por ejemplo, hemos protagonizado: playas, limpieza, civismo. Leo en Canfali cartas al Director que son muy explícitas. Serán tres, cuatro, como si es una. Hay que tomar nota de todo y corregirlo todo. Porque ahora que servidor trabaja las redes sociales y tiene tiempo para observar, observa que estamos muy lejos del objetivo: Dénia ciudad turística cualificada.