Yo la verdad, es que estaría una temporadita sin pisar los hemiciclos de Bruselas. Me imagino contemplando esas sonrisas forzadas de los eurodiputados no españoles cuando este de “charreta” con uno de los nuestros y de pronto se despidan y se descojonen por lo bajini cuando aquel se aleje. Bueno, y no digamos de esa figura que parece ser de cera-parlante, Mariano Rajoy, incapaz de sacar el látigo, reconocer las miserias políticas puestas al descubierto por un choriceo que está batiendo todos los records habidos y por haber. Cómo se pude tener la desfachatez de decir que estamos mejor que nunca, que la política llevada a cabo con los ajustes por bandera, y todo lo que se quiera sumar, no guarde la mínima referencia a lo podrida que se ha vuelto la política y al saqueo de los dineros públicos. ¿Cómo nos mirarán en Europa y nos admirarán en Nigeria o Somalia, el país más corrupto del mundo?. Y mientras tanto seguirán haciendo un guiño a la justicia salvo cuando les toca tan contundentemente con el sí pero no. De ahí el título-refrán que le he copiado al gran Luis del Val: “ En Abril políticos en la cárceles, mil.”