Además de que existe en este sentido una directriz, los cuerpos de las Policía Nacional y Local, vienen obligados a coordinarse, de modo que aunque sobre el papel y el terreno las competencias estén definidas para cada uno de dichos cuerpos, en los casos en que un ciudadano acuda en una llamada de urgencia a cualquiera de ellos, debe ser atendido y por consiguiente deben actuar. Son muchos los vecinos que denuncian una llamada de auxilio a la Nacional y esta le remite a la Local y esta vuelve a hacerlo dirigiéndole a la Nacional. Total que acabas llamando al 112. Toda necesidad de ayuda policial se debe traducir inmediatamente en eso, ayuda, siempre que el caso, claro está, sea de entidad. Es cierto que la Policía Local de ha reforzado con 12 agentes más para la campaña estival e imaginamos que lo mismo ocurrirá con el otro cuerpo. No es de recibo, por ejemplo, que se produzca un atraco en el mismo centro de Dénia con una duración de cinco minutos y en este tiempo no acuda ninguna patrulla y los ladrones se marchen con viento fresco. Se creó la Policía de Barrio, pero ya hace tiempo que no observamos agente alguno en los barrios. Y respecto al patrullaje a pié que se daba en un pasado más o menos reciente por parte del Cuerpo Superior de Policía, tampoco. Ahora que han ocurrido desagradables acontecimientos en este terreno, ha llegado la hora de llevaar a cabo lo que el ciudadano demanda, que no es mucho pedir salvando guardias, patrullas móviles, permisos y demás. Todo sea dicho con el respeto que merecen estos dos cuerpos y la misión que representan.