Las increíbles y patéticas lecturas de las elecciones catalanas

24 de diciembre de 2017
24 de diciembre de 2017

No puedo si no caerme de la silla (no lo hago, por las consecuencias del batacazo) al escuchar en todos los medios habidos y por haber y más los catalanes, las lecturas que se han hecho y se siguen haciendo de las elecciones catalanas.

Vamos a ver, ¿qué han dicho los catalanes?. Ni más ni menos que unos quieren la independencia y otros no en una suma de personas, porque detrás de cada voto hay una persona, en la que más han dicho no a la independencia. Oiga usted, después ya vendrá la composición del Govern. Hasta entonces la única lectura que cabe es que la sociedad catalana está dividida en dos, que ha ganado un partido constitucionalista y que como en toda sociedad demócrata y civilizada le toca a la señora Arrimadas hablar de una a una con las demás fuerzas.

Evidentemente no formará gobierno, pero insisto, la primera lectura es que casi 200.000 catalanes más han votado por la no independencia. Es de vergüenza que la TV3 y las televisiones públicas con ella, demuestren en un proceso electoral su manipulación. Aquella daba sólo los resultados juntos de los pro «procés» y los no «procés» y apartaba a Podemos del recuento. ¡Por dios!.

Luego, el señor Puigdemont erigiéndose en el President cuando ni lo es ni ha sido el más votado, dando por hecho su investidura. O el resto de republicanos valorando una victoria que no se ha producido, porque lo de verdad que ha ocurrido es que no puede haber una declaración de unilaterialidad cuando más personas han votado que no la quieren. Y sin son capaces de volver a la «guerra» deberán asumir que son lo mismo que los personajes de una República Bananera en la que no les importa que haya tantos millones de personas que no participan de ello. Y que desde luego no les importan las personas ni que se rompa un «pais» señor y de un seny ejemplar.

!Ah¡ y señor Albiol, vaya haciendo las maletas. Y señor Rajoy a ver si no la caga más y como Presidente que dice ser de todos, toma nota y entona el mea culpa.

Y finalmente a toda la clase política parlamentaria. Después de Cataluña hay vida y no precisamente muy placentera: pensiones, dependencia, miseria, fracaso escolar, paro juvenil….