El esperpento futbolístico se adueñó del Diego Mena. CD Dénia 2 Canals 2

11 de marzo de 2018
11 de marzo de 2018

Dos breves indicaciones para empezar que podrían resumir los 96 minutos de ¿partido? que se vivió el sábado en el Diego Mena. Primera, ni siquiera frente a un equipo descendido y con jugadores obviamente que ni siquiera entrenan se puede salir con la plena seguridad de que el partido está ganado de antemano. Segunda: la máxima de un equipo que aspira al título, que no juega ni copas ni otras competiciones, es salir con su once tipo y luego según venga ya se verá. Pues no, todo se hizo al revés. Los jugadores que no gozan de continuidad acaban por demostrar que no rinden igual. Dejar a Panucci en el banquillo, poner dos laterales que no vienen jugando y meter dos medio extremos que tampoco juegan un partido completo es entregar medio partido de entrada. Claro que era el Canals, un equipo que de enfrentarse a uno de los punteros de la Liga de veteranos aficionados hubiera sido hasta goleado. O tal vez no tanto porque le dio una autentica lección al Dénia de cómo hay que entregarse en un partido. Y eso que la falta de entrenamiento les tuvo con subidas de gemelo y calambres, la mitad del partido en el suelo. Es cierto que los goles fueron de pachanga. El primero un 0 a 1 que dejó helado a los pocos espectadores que fueron al campo y por cierto, o cambia la cosa en casa, o aún seremos menos. El gol despertó a lo amarillos y a su dirección poniendo a Panucci y César en juego por un Renzo y un Josep que no están ni mucho menos en su mejor momento. Pero sólo Javi que empató por su cuenta y porque debió sentir vergüenza torera, se metió casi dentro de la portería rival. Lo que había que hacer y no se hizo desde el principio. Ya con Ribes y a la desesperada, Alex la pifia y llega el 1 a 2. Y otra «chambá» maquilló un resultado de empate a dos dejando un mal sabor de boca que se repite en casa y que toca a rebato. Es dura la palabra esperpento, sí, pero que alguien busque una definición alternativa, porque nosotros no la encontramos. La pérdida de confianza se consolida y sólo los técnicos primero y luego los jugadores han de ser capaces de revertir la situación so pena de ennegrecer el futuro con la decepción más grande vivida en los últimos años. Y todo ello en base a que creemos que el CD Dénia es con diferencia el grupo humano con mayor calidad de todos.