Entrevista a Pangel Albi en Canfali Marina Alta (reproducción)

23 de abril de 2017
23 de abril de 2017

A LAS 10

PANGEL ALBI: “ De jubilarme nada y aún corren muchas ondas radiofónicas por mis venas”

¿Qué porqué entrevistarme a mí mismo?. ¿Y, porqué no?. Pues ni porque la venganza se sirve fría, ni porque tantos años dentro de la radio me den la posibilidad de contar hasta los secretos más recónditos de la que ha sido mi casa 34 años. Pues no, no encontraréis en esta entrevista de mi a mí, más morbo que ese detalle: que está hecha por mí a mí, de acuerdo a las sensaciones que ahora estoy viviendo y que muchos de vosotros me habéis sugerido que cuente.
Para que no quepa duda de mi “deniería” os diré que a los tres años ya estaba bañándome en La Cova dels Patos, porque por debajo de los puentes de Alcoy donde nací y que también llevo en mi corazón, no corría el agua. No canté el Cara al Sol en La Salle, pero rezar, joder, cada día. El baloncesto, fue mi juvenil pasión como recordarán los históricos del Náutico en aquellos encuentros de verano. No, no soy periodista titulado, aunque supongo que con el tiempo me he ganado el “título”. Estudié filosofía en tiempo de grises a caballo, alternando los veranos de pandilleo en El Trampolí. Tiempos de Caballo Blanco y francés (hablado). Paco Serradell me convenció para escribir en el imprescindible Canfali, y es curioso, ahora lo ha vuelto a hacer. Ese apadrinaje fue el comienzo de la travesía radiofónica. Miguel Quesada me abrió la puerta de la SER cuando era SER cien por cien. Radio de cabina y trampeo para retransmitir eventos deportivos y una mujer que se lanzó igualmente a la aventura. Radio pura y dura de lunes a lunes, altruista y mal pagada, pero apasionante, en la que volqué mi mejor cualidad: la imaginación para innovar, y conseguir hacer de Radio Dénia, la imprescindible correa de trasmisión con los oyentes. ¿Mi mayor orgullo?, haber sido la voz, despertador de tantos y tantas. Es más, me tuve que marchar por un Expediente X, injustificable, vacío, que ni siquiera contuvo verdades a medias. Y entonces me di cuenta, de la calidad y la cantidad de personas que se han posicionado a mi lado. ¿Jubilarme?. Por dios, ni tengo edad y sí muchas ondas, ahora internautas, corriendo por mis venas.

1.- Ser o no Ser, esa es la cuestión.
– Estoy seguro de que fui un SER devoto al máximo que ahora no SER porque la decepción de tener que dejarla, fue tan enorme, como vacía la justificación.

2.- Pero hay un refrán que dice que nunca digas nunca jamás.
– Los refranes son como las estadísticas, están para romperlos. Es una puerta cerrada definitivamente. Lo que no quita para sentirme orgulloso de haber dejado una huella que va a ser imposible borrar. Existe la historia, escrita o no.

3.-Pero algún lexatín te habrás tomado.
– Más de uno, sí. Y despertarme por inercia para dar los buenos días y volverme del otro lado de la cama al darme cuenta de que la novela había llegado a su fin. Hasta que cuando ya no era el que era, contrariamente a lo que suele pasar, comenzaron a salirme amig@s impensad@s . Se incendiaron las redes sociales y me dije: “chico, esto has sembrado, así que mañana, en vez de dos lexatines, uno.

4.- ¿Crees en Dios o en los Odios?
– Desde luego en los odios no. Te jode el modo, la forma, después de haberme dejado la piel. Pero eso no es lo suficientemente poderoso para odiar. Además, cuando mucho tiempo después, uno siga poniendo empeño en querer justificar una acción, la argumentación a ese uno se le vuelve en contra, seguro.

5.- Y ¿has podido lidiar 34 años y no morir en el intento?.
– Es que son dos lidias diferentes. Lo de la independencia de un medio de comunicación es pura teoría. El medio es bastante servil porque depende del mando en plaza, de su aportación y no depende de ti. La que sí ha dependido de mí, creo haberla cumplido con creces. Hoy puedo presumir de tomarme una cerveza si se tercia con Paqui, Ana o Vicent.

6.- Pero al final ¿eres “rojillo” o no?
– Bueno, para qué negarlo. Vuelvo a la respuesta anterior. Me enorgullezco de poder afirmarlo sin disimulo y seguir tratando con personas de toda condición política y hacerlo con la más pura normalidad, tolerancia y sinceridad.

7.- Y, ¿eres consciente de que internet no te da ni la cuarta parte de audiencia que una emisora convencional?.
– Y tanto. Pero yo no he venido a competir con nadie y quien así lo crea va en dirección contraria. La vida se recorre por etapas y después de subir el Tourmalet me siento realizado. Un grupo de personas representativas de nuestra sociedad se pusieron a mi disposición y me convencieron de que debía seguir. Y aquí estoy.

8.- ¿Qué ofrece Montgoradio que no ofrezcan los otros?.
– Hubo ofertas. Alguna sigue en “stand by”, pero creo que había llegado la hora de hacer la radio a mi manera. Libre, feliz, divertida, sin dejar de ser seria. Tener un montón de colaborador@s que voluntariamente se han prestado a ello. Un crack de la movida musical como mi hermano Jorge y unos compañeros con los que navego en una balsa por un mar de aceite.

9.- Después de la radio ¿hay vida?.
– La vida es una noria que tiene los tornillos flojos. Miro atrás y veo que se han caído muchos por el camino, así que por ahora no sé ni si hay vida más allá de la radio, ni si ponen montgoradio en la otra vida. Sé, que hoy es hoy y me está esperando un “poalet” y un grupo de amig@s de l@s de corazón para hacernos unas risas.

Y a la de 10, !Ay si me toca¡.
-Después de haber formado a decenas de becari@s, convertiría Montgoradio en una Plataforma de jóvenes periodistas. Y antes de que den las 10 de mi vida, completar la visita a los pocos países que aún no conozco sin descartar quedarme en alguno perdido y remoto, eso sí, siempre con un pasaje de vuelta. El resto para que lo reparta mi amigo Pepe Correcher.