Era un resultado que pesaba como una losa y más con el valor de los goles fuera, dos que dejó el Vilamarxant en el Diego Mena. Nada que objetar a la lucha y al intento del Dénia que tuvo todos los números a favor en la estadística del encuentro de vuelta.

La locura se desató entre los seguidores dianenses que viajaron con la esperanza del milagro cuando ya no se podía dar un duro por el equipo. Pero para más locura los goles de Ferrán en el 91 y de Cristian de Luis en el 93 llegaron en el descuento

Con once en el que sorprendía la alineación de tres centrales y tres delanteros dejando en el banquillo de salida a Molina. Se trataba de evitar que marcaran los locales y jugar con el riesgo de un centro del campo mermado. Once tiros a puerta de los dianenses por uno de los valencianos confirman en la primera parte cómo se desarrollaba el partido. En la segunda parte hubo un momento clave en el 65 con un tiro al palo de Renzo, titular en este encuentro. Luego Juan Carlos volvió a recurrir a Cesar por Poveda, pero la defensa numantina del Vilamarxant evitaba los continuos ataques amarillos y los intentos desesperados que con el minuto 83 y el cero a cero no dejaban resquicio para una remontada literalmente imposible. Más allá el rival con el que había que jugar si se ganaba esta eliminatoria será finalmente el Ribarroja que sorprendía al Castellonense ganador en campo rival por 0 – 1 y derrotado en su propio terreno 2 – 3.

La prórroga a escena con un Vilarxant que sólo había tirado a puerta una vez por 11 el Dénia y se volcó cuando ya le había empatado el Dénia. Los penaltis decidieron el partido 5- 3, falló Paco el primero y ellos marcaron los cinco.

Esfuerzo magnífico sin recompensa y ahora a esperar la Asamblea y las Elecciones