En el Día de la Salud Mental AMADEM lee un manifiesto reclamando la inserción laboral de las personas con esta discapacidad

10 de octubre de 2017
10 de octubre de 2017

Con motivo del Día Internacional de la Salud Mental, esta mañana en los bajos del Ayuntamiento de Dénia y promovido por AMADEM, se ha hecho lectura de un manifiesto en el que también han participado los usuarios de tapis.

Llevan 25 años conmemorando esta fecha. El día de la Salud Mental cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, además de la implicación de la mayoría de asociaciones españolas e internacionales. Este año en especial es un día dedicado a mandar un mensaje a la sociedad para reivindicar la inserción de estas personas en el mundo laboral.

El empleo digno es beneficioso para cualquier persona, pero más aún para las personas con problemas mentales, por cierto el segundo grupo mas grande con discapacidad reconocida. «Un empleo para ellos, es una ayuda que les facilita el hecho sentirse activas y útiles dentro de la sociedad».

MANIFIESTO

Hagamos que la magia de lo invisible vaya ganando terreno a la realidad.
Todos tenemos grabados en el alma los signos de la lucha y del sacrificio.

No podemos esconder nuestra naturaleza, y menos aún, nuestras destrezas y
nuestros oficios; cuando nos dan oportunidad, nuestras habilidades afloran de
manera natural. Por eso clamamos por la fundación de un nuevo principio:
“Trabajar sin máscaras; emplear sin barreras”.

La inserción socio laboral es un fundamento inaplazable para la recuperación de
cualquier persona. Como necesitamos el aire, también necesitamos desempeñar
un rol psicosocial que refuerce nuestra autoestima y, así, nos ayude a la
consecución de objetivos concretos. El sentido de la responsabilidad, el sentirse
útil, el cumplir con unos horarios y establecer rutinas, son hábitos de vida
saludables.

No ha de ser bueno fingir lo que no eres. Quizá el reto consista en conseguir que nos valoren por nuestras capacidades, no por nuestras limitaciones. Podemos gustarte en mayor o menor medida pero, al menos, tratamos de ser personas
auténticas.

La autenticidad es una virtud que hay que poner en valor; mostrarse como uno
mismo, con nuestras virtudes y defectos, y tratar de reinventarnos cada día para
ser mejores personas y aportar lo más valioso que llevemos dentro.

Para llevar a cabo este propósito y poder desempeñar una labor social, es
necesario crear un ambiente de trabajo saludable, adecuado y adaptado a las
circunstancias de cada persona y cada trabajador, teniendo en cuenta las
características del puesto laboral y desde el respeto a la diversidad.

“Nunca se vio tanta materia en la noche, ni tanta aura alrededor”.
“Trabajar sin máscaras; emplear sin barreras”.