Del indivíduo, claro está, pero porque así lo marca la ley. Otro cantar es que esta ley como tantas que nacen desde la institución política les convenga o no a sus señorías. Es fiel reflejo de los muchos intereses generados en torno a las prebendas que se ha autootorgado la clase dirigente. Lo del aforamiento es la cumbre desde la que se deslizan una serie de disposiciones que ante nuestro borreguil comportamiento hemos ido consistiendo con el paso del tiempo. Hoy, afortunadamente, debe ser por lo descarado del asunto, poco a poco se va entrando en el terreno de la contención. Pero venía a hablar del acta de los concejales. Algo así como buscar el debate tan manido popularmente de que fue antes el huevo o la gallina.Cuando votamos, votamos unas siglas y si nos preguntan tres nombres del cuatro hacia atrás, seguro que no sabemos responder más de uno. Por tanto votamos para que nos gobierne un partido con el añadido de la figura del candidato, sin duda, eso sí. Pero cuando a estas alturas los paripés de las mociones de censura, bagaje que los partidos explotan sin pudor por el interés te quiero Andrés, siguen produciéndose, cuando el acta es de la persona y acabamos hablando de ella porque ha hecho valer ese acta casi siempre para su propio beneficio y escuchamos las argumentaciones legales,entendemos que es otro elemento del juego más antiguo que el parchís y que como éste la finalidad es mantener las ficha en la casilla de llegada.